El año 2020 será recordado como el año del “Gran Confinamiento” de la economía. Se dice que este año la economía puede experimentar la mayor contracción de los últimos 100 años; América Latina, puede estar viviendo la mayor crisis económica de toda su historia. El impacto afectará, como siempre, a los que no están preparados, a los que esperan que alguien resuelva por ellos el problema.
La mejor forma de encarar la crisis es haciendo cambios. Eso hizo una mujer viuda en Israel, y se convirtió para siempre en un ejemplo de superación para tiempos críticos. El profeta Eliseo asesoró a la viuda guiándola hacia decisiones definitivas de cambio; activando en el proceso, un milagro de parte de Dios. Esos mismos consejos pueden guiar también nuestras decisiones para este tiempo.
La tragedia invadió aquel hogar cuando el padre de familia murió dejando una gran deuda, y los acreedores reclamaron a los hijos como esclavos. Cuando el profeta llegó a ese pueblo, la viuda vino clamando por ayuda. Eliseo condujo a la viuda hacia una transformación que la elevaría a ella y a su familia a una nueva condición mental y a una mejor posición social.
Esos cambios representaron para la mujer una mudanza en su concepción de la vida y una transformación de la idea que tenía acerca de Dios. Ella obtuvo un avance en sus resultados financieros, pero también en su seguridad emocional, y en su nivel de vida. Estos cambios incluyeron tres áreas: Los pensamientos, las actitudes, y la conducta. Las mismas áreas en los que debemos trabajar para superar esta crisis.
Para superar el confinamiento económico cambie sus pensamientos
Lo primero que Eliseo hizo con aquella mujer fue confrontar sus ideas erróneas. Ella tenía por injusta la tragedia que estaba viviendo. Según su concepción errada, Eliseo tenía que corregir eso. Ella estaba victimizándose. Su actitud reactiva impedía que pensara en términos que le permitieran identificar los recursos que tenía en su poder. Eliseo le dijo: “¿Qué te haré yo? Declárame qué tienes en casa”. Él estaba empujando su mente, para que saliera de la victimización, y entendiera que debía asumir la responsabilidad por su situación, cambiando el modo de pensar, y mudándose al territorio de las soluciones. Para hacerlo, debía empezar por identificar sus recursos.
Para superar el confinamiento económico cambie sus actitudes
Cambiar actitudes, es cambiar la visión. La clave: preguntas correctas. “¿Qué te haré yo?” con esta pregunta, el profeta la forzaba a cambiar su enfoque hacia la autorresponsabilidad. “¿Qué tienes en casa?” con esta buscaba cambiarle la perspectiva, y llevarla de “Tu sierva nada tiene en casa” a “Tengo un poco de aceite en una vasija”. Verse como propietaria de algo, le ayudaba a ver que no todo estaba perdido. Identificar sus recursos, le permitió recibir ideas para aumentarlos: “Pide prestadas vasijas vacías, a tus vecinos”. Aquí, ella empezó a ver en el aceite un activo; en las vasijas prestadas, apalancamiento; y en sus vecinos, a aliados comerciales y proveedores. Ver posibilidades le cambió la actitud.
Para superar el confinamiento económico cambie su conducta
Accionar en soluciones, desató el fluir milagroso. Cuando obedeció, el aceite fluyó, y su visión se amplió. Activó el concepto de asociación para el emprendimiento familiar, usó los mecanismos de producción y manufactura, y agilizó el procesamiento de materia prima. Pero algo faltaba. Fue nuevamente por asesoría financiera para ampliar la visión empresarial y entonces recibió el resto: su entorno era un mercado, ella era una empresaria, y sus vecinos eran clientes potenciales. Sólo necesitaba romper el paradigma limitante para las ventas. Cuando lo hizo, su negocio se expandió. Y el confinamiento económico terminó.
“Y lo contó al varón de Dios, el cual dijo: Ve y vende el aceite, y paga a tus acreedores; y tú y tus hijos vivid de lo que quede." (2 Reyes 4:7)
Pastor David Parra
CeCERDi
Departamento de Redacción NotiCristo