Tus palabras siempre van a revelar lo que hay dentro de tu corazón, ¡No te puedes esconder! por mucho que en ocasiones trates de disfrazar tus pensamientos, están garantizadas las ocasiones que te pondrán a prueba y que revelarán lo que hay en ti. La biblia dice: “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca”. (Lucas 6:45)
Dios pesa nuestro corazón en función de nuestras palabras. Todas ellas son importantes, y de cada una daremos cuentas. Si quieres que tu corazón refleje el corazón de Dios, empieza a relacionarte de una manera diferente con su Palabra:
a) ¿Quieres una vida bendecida? ¡Proclama las promesas del Señor! “La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos” (Proverbios 18:21), lo que eres y la manera en que vives, se debe al fruto de tus labios, por lo tanto, si no te gusta lo que ves y quieres que tu estilo de vida cambie, entonces expresa con tu boca, lo que Dios dice de ti. Confiesa sus promesas y bendiciones, memoriza sus pensamientos, para que ellos sean lo primero que salga de tu boca ante cualquier circunstancia.
b) ¿Quieres que te respeten? ¡Que tus palabras sean sabias y edifiquen a otros! “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes” (Efesios 4:29), una persona respetable es aquella que siempre evita palabras groseras y vacías, que procura animar y bendecir a los demás con lo que dice. De esa manera, halla gracia con los que le oyen, y gana el respeto de los que le conocen.
c) ¿Quieres vivir en completa paz y alejarte del pecado? ¡No hables tanto y piensa antes de hablar! “En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente.” (Proverbios 10:19) Hablar más de la cuenta es un pase directo al pecado y añade miseria a tu vida espiritual, cuida tus palabras y mejorará tu relación con Dios y con las demás personas, y aumentará tu paz.
d) ¿Quieres ser íntegro? Pon límites a tus conversaciones. “Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.” (Santiago 3:2) El que es capaz de controlar su lengua, demuestra dominio propio y capacidad para controlar todo su cuerpo. Si la Biblia aconseja refrenar lo que decimos, para poder dominar lo que somos y lo que hacemos, es porque podemos hacerlo. Por tanto su quiere ser perfecto, refrene su lengua.
Un día recibiremos un premio por el esfuerzo de guardar nuestras palabras, o un castigo por no dejar de decir necedades, mientras llega ese día, ten conciencia que de cada cosa que decimos, veremos las consecuencias, no solo el día del juicio, sino también mientras estemos acá en la tierra. Jesús dijo: “De toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado." (Mateo 12:36-37).
Entonces ¿Qué decides?
Oración:
“Padre, perdona cada imprudencia e impureza que ha salido de mi boca, pido que limpies mi mente y mi corazón para que yo sea un reflejo de Jesús; te ruego que me ayudes con tu Espíritu Santo para que ante cualquier circunstancia, pueda dar testimonio de tu obra restauradora en mí, en el nombre de Jesús, amén”
Pra. Astrid Marcano
Iglesia Pacificadores de Cristo.
Ciudad Bolívar. Estado Bolívar
Departamento de Redacción NotiCristo