"El Señor mismo marchará frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará no temas ni te desanimes" (Deuteronomio 31:8 NVI) El desánimo socava tus convicciones acerca de Dios, de sus promesas y de la misión de vida. Te aparta de tus sueños, sesga tu perspectiva de la realidad, de lo que tienes y de quiénes están contigo. Por eso, es necesario que tengas en cuenta que Dios prometió estar contigo siempre, que sus promesas son fiables, y que no se ha apartado de tu lado. Aun cuando la realidad contradiga tu fe, ¡no te des por vencido! aférrate a las promesas de Dios, créelas, y acciona en torno a ellas para poder ver su gloria en tu vida. Tu relación de amistad íntima con Él, te garantizara su presencia y respaldo siempre. Si hoy enfrentas una pérdida o situación que te ha dejado sin fuerzas, desconsolado y abatido, te invito a recordar las palabras del Señor, quien es digno de confianza, diciéndote, al igual que a Elías: "Levántate porque largo camino te resta". Lo que vives no es el final. No estás solo. Tu misión no ha terminado. Toma la mano de tu Dios que te dice: ¡Esfuérzate, sé valiente, cobra ánimo, estoy contigo! Rigoberto Venegas Departamento de Redacción Noticristo