7 Beneficios de la vida cristiana
Mucho se habla acerca de la vida cristiana; y existen muchos detractores que intentan desacreditarla, alegando que es una vida de sacrificios y autoflagelación; donde el creyente se priva de los mejores gozos y placeres de este mundo, entregándose a una existencia de religiosidad y austeridad.
Sin embargo, los beneficios de la vida cristiana son incomparables. Jesús dijo en su Palabra: “Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás”. Con lo que podemos asegurar que la vida bajo sus principios nos convierte en dueños de nuestras emociones y necesidades.
Y para afianzar esa realidad, hoy queremos regalarte, en orden descendente, 7 beneficios que adquieren las almas cuando aceptan a Cristo en su corazón.
7. Contentamiento y gozo en la vida terrenal
El sistema mundial actual valora a las personas por lo que poseen o al menos por lo que aparentan poseer. De acuerdo a los valores mundanos, vale más quien tiene más, quien ostenta más, quien gasta más. Pero, en el sistema de valores enseñados por el Señor Jesucristo es todo lo opuesto. En la primera carta de Pablo a Timoteo 6:8 (RVC) dice lo siguiente: “Así que, si tenemos sustento y abrigo, contentémonos con eso”.
No se trata de ser conformistas sino de estar contentos con lo que Dios nos ha permitido tener. Podemos aspirar a cosas mejores, pero en equilibrio, sin que el afán por poseer nos domine o controle.
6. Ansiedad y estrés bajo control
El ser cristianos no nos exime de tener dificultades, problemas o sufrimientos, porque como dijo el Señor Jesucristo en el evangelio de Juan 16:33 (NTV): “Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo”. Pero, la presencia de Cristo en nuestras vidas hace la verdadera diferencia.
5. Tu carácter es transformado
Todos los seres humanos, a causa del pecado, estamos rotos. Tenemos carencias emocionales y espirituales que pueden arrastrarnos a conductas tóxicas y nocivas si no existe una intervención divina. Cuando dejamos a Cristo entrar en nuestras vidas se opera un cambio en nosotros y comenzamos a ver las cosas de manera distinta, nuestros valores cambian y la perspectiva de todo lo que nos rodea.
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Una vez que el Espíritu Santo entra a morar en nosotros somos cambiados de tal forma que se demuestra en cómo nos conducimos, tal como dice en la carta a los Gálatas 5:22: “En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad”.
4. Guía permanente en la toma de decisiones
Si hay algo que nos crea angustia es la toma de decisiones, sobre todo ahora que vivimos en tiempos de tanta incertidumbre y no sabemos qué puede resultar bien o mal. El cristiano sabe que Dios le ofrece su guía permanente, tal como nos lo indica el Salmo 32:8 (DHH): “El Señor dice: Mis ojos están puestos en ti. Yo te daré instrucciones, te daré consejos, te enseñaré el camino que debes seguir.
La visión de Dios acerca del futuro es perfecta, por lo tanto sus consejos siempre nos llevarán a un buen resultado.
3. La muerte deja de causar terror
La muerte puede llegar a ser causa de profundo terror debido al desconocimiento de algunos acerca de lo que vendrá después. Cuando hemos confiado en la palabra de Dios él nos muestra que a pesar del pecado, si hay un arrepentimiento genuino en nuestro corazón, Dios nos dará vida eterna, tal como dice Romanos 6:23 (NTV): Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo de Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor “
2. Puedes salir victorioso sobre las tentaciones
Mientras estemos en esta tierra seremos tentados a hacer el mal, la diferencia es que cuando tenemos una relación de fe con Cristo su poder nos dará la capacidad y la fortaleza para resistir la tentación, tal como nos lo indica el apóstol Pablo en su primera carta a los Corintios 10:13 (NVI) “Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir”.
1. La salvación de tu alma por medio de una relación personal con Jesucristo
La relación de Dios y el hombre se rompió a causa del pecado. La Biblia declara en Romanos 3:23: "Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios". Pero Dios en su grande amor nos ofrece la solución y es el sacrificio perfecto de Cristo en la cruz. Él murió y llevó tus culpas y las mías. Pero no quedó allí sino que resucitó y está sentado a la diestra del Padre. Para recibir ese regalo de salvación sólo tienes que reconocer tu pecado delante de Dios y permitirle ser el Señor y Salvador de tu alma. No hay obras que te puedan llevar al cielo. Sólo la fe en Jesucristo puede hacer eso por ti. "El que cree en Él (Jesucristo) no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del unigénito hijo de Dios. Juan 3:18".
Oremos juntos: Padre te doy gracias porque me das la oportunidad de reconocer mi pecado y pedirte perdón. Quiero ser tu hijo y que seas mi Señor y Salvador. Hoy quiero recibirte en mi corazón y dejar en tus manos mi vida y todo lo que me preocupa. Perdóname por todo el tiempo que he vivido de espaldas a ti, guía mi vida y mis decisiones de ahora en adelante. Gracias por escucharme y estar siempre presente. En el nombre de Jesús.
Amén.
Autor: Beverly Guevara
Diseño: Marco Gentile
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