Serie: Esperanza
Día 1: Beneficios
Una hermosa niña de quince años se enfermó repentinamente, quedando casi ciega y paralizada. Un día escuchó al médico de cabecera, mientras le decía a sus padres: --Pobre niña; por cierto que ha vivido ya sus mejores días. --No, doctor –exclamó la enferma--, mis mejores días están todavía en el futuro. Son aquellos en los cuales he de contemplar al Rey en su hermosura.
La esperanza de contemplar al Rey en su hermosura, permitió a esta jovencita, en medio de una circunstancia muy dura, valorar la vida más allá de lo meramente físico o material. Así como esta joven, todos tenemos algún tipo de esperanza, algún deseo o expectativa que esperamos se cumpla.
Se dice que, en tiempos turbulentos, la esperanza es la última que se pierde. Entendemos como esperanza ese estado de ánimo en el cual tienes la seguridad de que aquello que deseas o pretendes, lo obtendrás.
Algunos estudios han demostrado que los estudiantes con altos niveles de esperanza tienen un mejor desempeño en la escuela y aquellos universitarios quienes, durante su primer semestre de estudio se muestran más esperanzados, tienen mayores probabilidades de terminar su carrera.
Por otra parte, las personas con mayor esperanza enfrentan de una mejor manera las enfermedades pues están más prestos a cumplir con los tratamientos y con la prevención. Del mismo modo, desde el punto de vista psicológico, una persona esperanzada maneja mejor el estrés y posee bajos niveles de depresión.
En cuanto a las relaciones interpersonales, un alto nivel de esperanza permite desarrollar empatía, mayor disposición a colaborar y una actitud más positiva. Sostener un pensamiento lleno de esperanza es realmente beneficioso para la salud biológica y mental, tanto de aquel que está esperanzado como para su entorno.
No obstante a todo lo anterior, en estos tiempos se percibe más desesperanza en las personas, lo que conduce a un ambiente pesimista, conformista y derrotista.
En Efesios 4:4 el apóstol Pablo enseña que “Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también fueron llamados a una sola esperanza” Tal como lo puedes leer, Pablo afirma que fuiste llamado a una sola esperanza, esa es una muy buena noticia, sin embargo, ¿cómo vivir en esa esperanza en medio de tanta desesperanza?
En circunstancias que amenazan con desvanecer la esperanza que hay en ti, la Escritura muestra el modelo de un hombre que mantuvo firme su esperanza contra toda esperanza. En los próximos artículos estaremos analizando su respuesta frente a lo que potencialmente pudo destruir toda esperanza en él, aun así esto no ocurrió dejando un ejemplo de vida para que, contra toda esperanza, puedas mantenerte firme.
Pr. Cruz Mario Silva
Serie: Esperanza
Dpto. de Redacción NotiCristo
Dpto. de Diseño: Jennifer Pérez
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