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Beverly Guevara

¿Cristianos?


"Antes les llamaban nazarenos, después cristianos,

Hoy no saben ya cómo llamar a cada grupo,

Hay tantos…"


Así comienza una de mis canciones favoritas, del poeta y cantautor cristiano, Marcos Vidal1. La esencia de la canción se centra en cómo en la actualidad se han multiplicado los diferentes grupos denominados cristianos, y se autoproclaman como los dueños de la verdad absoluta sin dar espacio para nadie más.


La canción sigue:

"¿Cómo ha conseguido el enemigo robarnos el terreno?

Hemos comenzado a hacer murallas olvidando lo primero"


¿Y qué es lo primero? Predicar el evangelio de Jesucristo y la necesidad del ser humano de aceptar un salvador. Pero las murallas que hemos construido, nos han hecho perder de vista la labor de evangelizar y hacer discípulos (Vuelvo a la letra de la canción):


"Antes tenían todo en común y oraban en la noche.

Hoy compiten por saber quién tiene mejor casa y mejor coche.

Antes morían abrazados en la arena del circo romano,

Hoy discuten si al orar hay que alzar o no las manos.

Unos creen en profecías y otros no.

Unos predican la fe y otros el amor.

Uno habla en lenguas y otro presume de virtud

Y el mundo muere, ¡muere!, muere sin ver la luz"


Los seguidores de Cristo (quienes le han aceptado como su Señor y Salvador) no escapamos a esa característica tan humana de querer asociarnos a una comunidad que tenga valores y gustos similares a los nuestros. Es decir, nos inclinamos hacia los grupos que se parecen a nosotros.


Cuando se define lo que es un grupo social, también se incluye a las comunidades de fe. Wikipedia define el grupo social como: "conjunto de individuos (dos o más personas) que desempeñan un rol social dentro de una sociedad. Este conjunto puede ser fácilmente identificado, tiene forma, estructura, es duradero. Las personas dentro de él actúan de acuerdo a unas mismas normas, valores y objetivos acordados y necesarios para el bien común del grupo y la persecución de sus fines."

Personalmente creo que Dios nos ha permitido congregarnos en diferentes lugares con liturgias y costumbres diferentes por la manera en que Él nos creó: únicos y diversos. Por esa razón a algunos les gusta una liturgia más tradicional y a otros una más moderna. Ha de ser por eso que hay tantos tipos de iglesia, para que cada quien pueda elegir la que más le guste.


Ahora bien, todos, independientemente de nuestras liturgias y costumbres congregacionales necesitamos centrarnos en algunas verdades fundamentales del evangelio:


1. El hombre está caído, a causa del pecado y esto lo separa de Dios.

2. El único camino a Dios es a través de Cristo, gracias a su sacrificio por nuestros pecados. No hay otro medio.

3. Sólo hay dos destinos eternos: cielo e infierno. Y según el hombre escoja aquí antes de morir, así será su eternidad.

4. La Palabra de Dios, la Biblia, es infalible.

5. Dios es uno solo, manifestado en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

6. Y nuestra labor como iglesia, es anunciar a Cristo y su salvación, y discipular a los que se conviertan, para que hagan una diferencia en el mundo.


Ese es el mensaje que como cristianos, creyentes o seguidores de Cristo necesitamos hacer llegar a la humanidad que vaga sin rumbo, sin propósito y que necesita a Dios con urgencia. Pero si estamos tan ocupados criticando, peleando, censurando, desprestigiando a nuestros propios hermanos en la fe, entonces el enemigo habrá logrado su objetivo de dividirnos y hacer que la humanidad se pierda en sus pecados.


Y no digo con esto que sea necesario reunirnos todos en un mismo lugar, bajo un mismo patrón, sino que nos centremos en lo único puro, honesto y verdadero: Jesucristo, y su obra redentora. La verdad central del evangelio es: Cristo murió y resucitó para que por medio de la fe en su obra redentora seamos perdonados, y nuestra relación con Dios pueda ser restaurada. Nuestro llamado no es a discutir públicamente sobre “quién tiene la razón doctrinalmente”, el llamado de la iglesia es, lo que dice el apóstol Pedro en su primera carta capítulo 2 y verso 9 (RVC): Que anuncien los hechos maravillosos de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable”.


Veo con mucha tristeza, como en las redes, algunos que se hacen llamar cristianos, destruyen con comentarios llenos de odio, por el mal llamado "celo doctrinal", a otros creyentes que no siguen su misma línea, sin darse cuenta que miles de inconversos que los leen, justifican en esa conducta nefasta, el no querer saber nada de Dios y de su evangelio. Hablemos más de Cristo y sus hechos portentosos, y menos de nosotros mismos. Si quieres apasionarte por algo, hazlo por lo que dice Marcos 16:15: “Vayan y prediquen el evangelio a toda criatura”.


Que Dios nos guíe a recordar que el mismo Señor Jesucristo resumió la ley en dos mandamientos: "Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente… Este es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a éste: Ama a tu prójimo como a ti mismo. De éstos mandamientos dependen toda la ley y los profetas". (Mateo 22:34-40)


La próxima vez que te sientas tentado ofender a alguien más, porque no se alinea a lo que tu consideras correcto, recuerda esta pregunta: ¿Refleja mi actitud, lo que significa ser cristiano?


1Enlace de la canción mencionada: https://youtu.be/ZSLgZepSE1M


Beverly Guevara

Dpto. Redacción NotiCristo


Dpto. de Diseño: Desiree Tarrío

@desi_tarrio en Instagram y Telegram


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