Cuando Jesús te encuentra vuelves a soñar. Él te da nuevas razones para vivir. Te devuelve la seguridad, la certeza de que todo estará bien, y el poder para descansar. No tienes que cargar más con la angustia o con la enfermedad ¡Ahora Él tiene el control!
Siempre recuerdo esas tardes o fines de semana jugando en la calle con mis primos y amigos del barrio. Corríamos, saltábamos lazo, jugábamos yermis, ponchados y otros juegos tradicionales colombianos, pero sin duda, una de mis juegos favoritos era escondidas.
Amaba sentir esa adrenalina cuando la persona que buscaba se acercaba al lugar de mi escondite, recuerdo lo increíble que se sentía ser la última en ser encontrada, salir corriendo, salvar a todos mis amiguitos y poder ganar el juego ¡era lo máximo!
Hace unos meses, en una reunión de jóvenes en mi iglesia, volvimos a jugar escondidas ¡y recordé lo mucho que me gustaba! Ver a todos correr para salvarse luego de ser encontrados, o darme cuenta de los lugares tan creativos que muchos chicos eligieron para esconderse, me hizo recordar mi infancia.
Pero también podía imaginar que esta vez había alguien más, Jesús estaba en el juego, él era el encargado de buscar y lo mejor que podía pasar era perder el juego, pero dejarnos encontrar por él.
¡Y es que Jesús siempre ha estado ahí! llevamos tanto tiempo escondiéndonos y tomando decisiones que nos apartan de Él; hemos estado huyendo de su presencia y tratando de llenar eso que tanto extrañamos con ocupaciones, mil actividades, Netflix o redes sociales.
Todo esto se ha convertido en nuestro lugar seguro, en el lugar donde nadie puede conocer nuestra ansiedad, nuestro temor, donde nadie puede darse cuenta que estamos cansados y que queremos renunciar a todo a todo.
Ese día en la reunión de jóvenes, mientras me escondía detrás de la batería (que por cierto me encontraron muy rápido) el Señor me hablaba y yo podía escucharlo como hace mucho no lo hacía “yo te he estado buscando, es más, yo sé dónde estás, pero tú no has querido salir de allí.”
Y ese día, y en el transcurso de esa semana estuve pensando en esas palabras; no salían de mi mente y comprendía que definitivamente lo mejor que me podía pasar era dejarme encontrar por Él.
Jesús estaba ahí, a pesar de mí, él no se había ido, a pesar de mi cansancio, de mis quejas, de mis preocupaciones, Él siempre había estado ahí. Entender esto cambió mi perspectiva, fue como recibir una buena noticia en medio del caos, y esta buena noticia también es para ti.
Quizá es la primera vez que escuchas de Jesús o tal vez ya lo conoces y por diferentes situaciones te has alejado de él, pero hoy quiero recordarte que Jesús te está buscando, que él ya te encontró y que él quiere que sepas que aceptarlo marcará un antes y un después en tu vida, porque estar cerca de Él lo cambia todo ¡Estar con Jesús, es volver a nacer!
Pero, ¿Qué es nacer de nuevo? ¿Qué hay después de qué Jesús te encuentra?
Sé que si escuchas esto por primera vez, te puede parecer extraño y hasta místico, pero también sé que muchos por acá ya estamos familiarizados con el término “nacer de nuevo”; sin embargo, hoy no voy explicarte lo que probablemente ya conoces, solo quiero recordarte y recordarme a mí misma, que Jesús trae vida sobre la muerte o adormecimiento espiritual donde te has encontrado.
Él hace todo nuevo, transforma nuestras situaciones, trae vida a los huesos secos, que encontrarnos con él y recibir su perdón trae sanidad, trae libertad, trae paz que supera todo lo que podamos entender.
“Pues estoy a punto de hacer algo nuevo. ¡Mira, ya he comenzado! ¿No lo ves? Haré un camino a través del desierto; crearé ríos en la tierra árida y baldía.” Isaías 43:19
Hoy puedes nacer de nuevo, hoy puedes volver a empezar
Nacer de nuevo implica una decisión radical. Es necesario dejar atrás eso que hemos estado repitiendo durante un tiempo y nos ha mantenido estancados. No sé qué es lo que necesitas soltar o a qué debas renunciar, tal vez sea un pecado específico, a la culpa, al control, la queja, o al temor por el futuro ¡no lo sé!
Pero si sé que empezar un nuevo proyecto, o enfrentarse a un cambio, requiere incomodarse, moverse, sacudirse, por eso oro para que todo aquello que te ha mantenido lejos de Jesús, tu salvador, pueda quedar atrás y puedas abrazar lo nuevo que Dios tiene para tu vida.
Y es que cuando Jesús te encuentra definitivamente viene una mudanza grande e importante; cuando él se acercó a quienes serían sus discípulos, les trajo propósito, visión e identidad. Y eso es lo que él quiere darte a ti hoy. O quizá ya te lo dio, pero quiere recordártelo, quiere refrescar en tu memoria lo que dijo de ti antes, por si lo habías olvidado.
Cuando Jesús te encuentra recibes una vida eterna, una vida en abundancia. Cuando Jesús te encuentra vuelves a soñar. Él te da nuevas razones para vivir. Cuando Jesús te encuentra vuelve la seguridad, y la certeza de que todo estará bien.
Cuando Jesús te encuentra puedes descansar. No tienes que cargar más con la angustia o con la enfermedad ¡ahora Él tiene el control! Sin duda, cuando Jesús te encuentra puedes nacer de nuevo, puedes volver a empezar.
María Fernanda Quintero
Bogotá- Colombia
Diseño: REDACTRÓNICA
Ayúdanos a Evangelizar, pon tu granito de arena...
Comments