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Beverly Guevara

Cuál será el plan de acción a seguir



Si no definimos Cuál será el plan de acción a seguir, solo tendremos ideas o sueños, muy buenos quizá, pero no pasarán de allí. La Biblia dice: “Los planes bien pensados y el arduo trabajo llevan a la prosperidad, pero los atajos tomados a la carrera conducen a la pobreza” Proverbios 21:5 (NTV)


Soy soñadora y me gusta escribir. En mi mente creo algunas historias que se basan en hechos reales, y otras en cosas que imagino. Pero no todas llegan al papel. Si escribiera todo lo que imagino tendría para armar una librería llena de diferentes géneros: acción, ciencia ficción, suspenso, drama y pare de contar. Pero sólo algunas de mis historias llegan al papel o a la virtualidad en este caso.


Así pasa también con tus metas. Para que vean la luz de la realidad, primero necesitas precisar cuál será el plan de acción a seguir, desglosar tu mapa del proyecto en pasos estructurados. Según sea lo que tengas en mente, es importante que establezcas un orden de prioridades para cada etapa del mismo.


El plan de acción a seguir debe incluir:


Motivación

¿Qué te mueve a hacer lo que haces? Quizá podrías pensar sólo en la parte financiera si el proyecto es económico, pero también aplica a la salud física, emocional y a las relaciones. Lo que perdura proviene de una motivación interna más que externa. Algunas causas motivadoras pueden ser: Tener mejor salud para compartir con tu familia, disfrutar a tu pareja, a tus hijos, padres. Sanar tus heridas para estar en paz y poder relacionarte mejor con quienes te rodean. Tu motivación debe ir mucho más allá de una recompensa material para que pueda ser duradera.


Preparación y conocimiento sobre el tema

Una vez que determinaste lo que quieres hacer, o la meta que deseas alcanzar, necesitas tener claridad de cómo lo llevarás a cabo. Es decir, sería mucho más complicado, por ejemplo, instalar un taller de costura, si no tienes idea de cómo agarrar una aguja, o de cómo pegar un botón, usar una máquina de coser, trazar un patrón, entre otros. Es importante que te asegures que conoces lo suficiente como para llevarlo adelante sin depender totalmente de otras personas para ello.


No significa que no puedes tener un equipo de apoyo, pero es vital que estés lo suficientemente preparado para encontrar soluciones a los problemas técnicos o conceptuales que te puedan surgir, incluso para supervisar la labor de quienes te acompañen en el proyecto. Si no lo tienes, puedes tomar un curso, leer libros, buscar un entrenador, entre otros. Algo para destacar: Fija un tiempo determinado para este entrenamiento e inicia tu proyecto. Podrás ir mejorando en la medida que avanzas.


Presupuesto

Tu proyecto puede ser genial y tener mucha probabilidad de éxito, pero necesitas tener la capacidad financiera para llevarlo a cabo. Existen emprendimientos que puedes comenzar con una inversión mínima y otros que requieren una mayor cantidad de dinero. Según sea lo que quieres desarrollar el plan de acción a seguir debe considerar si cuentas con los recursos suficientes para arrancar y permanecer en el tiempo. No es falta de fe, sino sabiduría. Tal como nos indica el doctor Lucas en su evangelio: “Porque, ¿quién de vosotros, deseando edificar una torre, no se sienta primero y calcula el costo, para ver si tiene lo suficiente para terminarla? Lucas 14:28 (LBLA)


Según tu proyecto elabora un presupuesto de los ingresos y egresos estimados, considerando tener una base o fondo de emergencia con el que puedas cubrir al menos tres meses de gastos antes de comenzar.


Colaboradores

El plan de acción a seguir de un proyecto de siempre necesitará de colaboradores. Sea que dependan de ti o sean aliados, es muy importante que compartan la visión y los valores. No necesitan ser iguales, pero si estar alineados. Lo más óptimo es que sean personas que se complementen, es decir, que cada uno tenga las fortalezas que el otro no tiene.


Lo del yugo desigual que enseña la Palabra de Dios es una de las mejores ilustraciones con respecto a dos personas que van con rumbos distintos, uno de ellos o los dos terminan siempre lesionados.


En la agricultura no mecánica se usa a los bueyes para arrastrar un arado y preparar la tierra donde se sembrará. Ambos animales tienen un mecanismo llamado yugo que está puesto en sus cuellos para que ambos puedan arrastrar el arado a la vez y con la misma fuerza. Necesitan ser animales similares, no puede ser uno más alto que el otro, o no pueden ser una vaca y un buey porque tienen características distintas. Uno tendrá más fuerza que el otro, uno tirará a un lado y el otro al contrario resultando en un daño para ambos.


Seguimiento y reestructuración

Muchas de las cosas que no terminamos o que no resultan exitosas, es porque no hacemos seguimiento. Iniciamos bien, conseguimos arrancar, pero en la medida que pasa el tiempo olvidamos el plan de acción a seguir, y seguimos sin detenernos a evaluar lo que hemos ido alcanzando.


Detenerte para evaluar puede darte las fuerzas para continuar con mayor empuje y visión. Cada cierto tiempo – algunos sugieren cada tres o seis meses – es importante que evalúes tus logros, tus desaciertos, las posibilidades de mejora o cambio y reestructurar la ruta si es necesario.


Nos gustaría muchísimo que compartieras con nosotros tus experiencias y si consideras que omitimos algo importante en este proceso de establecer y llevar a cabo proyectos metas y planes.


Beverly Guevara

Serie: Metas claras conservan resultados - Día 2

Dpto. de Redacción


Dpto. de Diseño: Desiree Tarrio

@desi_tarrio en Instagram y Telegram


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