Dentro de mí hay dos voces
que luchan constantemente,
Una de ellas adora fervientemente
y se conmueve al punto de llorar,
La otra quiere razonarlo todo
y habla mientras su par está adorando,
Es molesta, la freno, la mando a callar
Ella se va, pero regresa,
siempre preguntando, imaginando…
preocupándose por todo.
Yo me enojo con ella, bueno, conmigo,
Y la otra voz que cree ciegamente
Dice: “No eres tú, soy yo quien vive”.
Ambas emergen naturalmente
Yo solo quisiera tener una;
La que ama a Cristo y quiere verle
sin tener que usar los ojos.
Solo quiero una voz en mi corazón:
Una que diga “Ven, camina sobre las aguas”
Y echar andar sin pensar en nada más
que en el abrazo de mi Señor.
Marco Gentile
Manaus, Brasil.
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Gloria a Dios