Serie: “Morir sin haber vivido”
Día 5: El aborto y La Biblia
Muchos hoy en día cuestionan si la práctica del aborto provocado constituye un hecho punible o no, ya que para algunos todavía no está muy claro si el feto que se encuentra en el vientre de la madre se puede llegar a considerar una vida humana.
El libro de Éxodo nos revela claramente cuál es la posición del Dios Creador en cuanto a este asunto, según la ley, si accidentalmente alguien hería a una mujer y daba a luz antes de término, los involucrados recibían una sanción legal estipulada por el marido de la parturienta y los jueces, pero en el caso agravante, que hubiera muerte (De la madre o del bebé), la vida debía ser cobrada con vida. Un precedente claro que el bebé abortado es considerado una vida humana y por tanto se juzga el delito con severidad, inclusive si fuere accidental. (Éxodo 21:22-23 NTV).
Esta posición coincide perfectamente con los últimos descubrimientos científicos. Sabemos ya de manera concluyente que un feto está animado desde el momento de la concepción, él respira en el útero, intercambiando líquido amniótico por aire después del nacimiento. Debido a esto, hasta para los más escépticos según cualquier definición, un feto es al menos un ser humano potencial.
En el salmo 139, David dice: "Tú creaste lo más profundo de mi ser y me tejiste en el vientre de mi madre", dando por sentado que la vida comienza desde el mismo momento de la concepción.
Ante todas estas evidencias podemos concluir sin lugar a dudas que el argumento abortista no puede sustentarse legalmente, ni científicamente y mucho menos por la Palabra de Dios ya que esta no apoya la idea de que algunas vidas humanas valgan más que otras porque todas están hechas a imagen de Dios. Por tanto no se justifica, bajo ningún concepto, el asesinato de ningún ser humano dentro o fuera del útero.
Héctor J. Colombo
Departamento de Redacción NotiCristo
Serie: Morir sin haber Nacido
Diseño: @monkey_digital
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