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Marco Gentile

El Tóxico


Serie: “Los Celos”


Capítulo 2: El Tóxico


El que es celoso, no es nunca celoso por lo que ve; con lo que se imagina basta.

Jacinto Benavente


Hoy nos concentraremos en los celos del hombre, y pedimos a las mujeres que se abstengan de emitir pícaros comentarios, porque mañana les toca su capítulo también…


Para responder a la inquietud que te llevó a leer esta Serie, cuando utilizamos la palabra “Tóxico” estamos haciendo una alegoría de aquellas cosas que nos hacen daño. No importa cuánto te guste la mantequilla de maní, si eres alérgico al maní, cada vez que la comas pasarás un mal rato.


Los tóxicos son personas que traspasan los límites saludables de la relación, repitiendo conductas o dinámicas peligrosas, que pueden afectar física o psicológicamente a su pareja. Principalmente se trata de una manifestación violenta debido a la frustración que los domina, y el miedo a perder la pareja.


Tales manifestaciones son injustificables. La mayoría de los Tóxicos no saben que lo son; justifican su accionar en los posibles errores que haya cometido su amiga, novia o esposa. Hace falta un suceso trascendental, donde ellos hayan quebrantado la norma social, para que se den cuenta de su error. Pero normalmente estas conductas se desarrollan en privado, y ese es el primer síntoma que debes notar:


¿Le dirías o harías eso a tu amada si estuvieras en público?


Si la respuesta es no. Entonces ¿qué hay detrás de tu motivación? ¿qué escondes? Si el amor es recíproco no debes temer, y si sospechas que no lo es, ten una conversación calmada, respetuosa, donde expongas tu vulnerabilidad y los sentimientos que te causan frustración. Te aseguro que la respuesta de ella será más sincera y conseguirás mucho más que usando la presión.


Y si eres mujer, y consideras que tu pareja tiene una conducta tóxica, quiero hablarte de la regla “AMOR Y RESPETO”:



Las mujeres quieren amor; los hombres, respeto.


Cuando el hombre recibe respeto, su respuesta automática será dar amor. Muchas veces los celos de un hombre son sociales; es decir, está celoso “por el qué dirán”, dependiendo de su confianza en sí mismo, de si tiene o no complejos, el hombre se sentirá a gusto o avergonzado cuando interactúes con otros hombres en público.


Mujer: Si eres fiel, y te comportas con mesura, respetando su condición de pareja, las razones que él pueda tener para estar celoso están fuera de tu responsabilidad. Quizá se sienta intimidado por alguien con mejor semblante que él, o más dinero, o cuyo comportamiento denota mucho mundo…


Si lo ves un poco afectado, pero aún mantiene la buena cara para disimular, dale un poco de cariño… Hacerlo en público reafirmará sus lazos de pareja, y estarás inyectándole esa dosis de respeto que le hace falta.


Hombre: Si quieres respeto, debes dar amor. Muchas mujeres no están interesadas en el novio o esposo de su amiga; están deseando que tú seas como él. Anhelan ser tratadas con ternura, y que tu conducta sea la de un hombre amable, comprensible, que se interesa por ella. Si tú eres ese príncipe azul que ella siempre soñó, descansa en la pacífica confianza que solo el amor puede brindar.


Ahora bien, el amor y el respeto son cíclicos, el que rompa el espiral deberá repararlo, pero si no lo hace, el otro puede tomar la iniciativa.

Los hombres somos buenos proveedores y se nos hace fácil dar sin recibir, hacerlo se convertirá en un poderoso mensaje para ella: Te amo a pesar de…


Sácate el chip que el mundo te quiere instalar en la cabeza. El verdadero amor no es un sentimiento, ni una emoción… es una DECISIÓN.


La verdad es que, sin el amor de Dios en tu vida, se hace más difícil llegar a amar a alguien en mente, cuerpo y alma. Dios nos diseñó para nacer en una familia, crecer en una familia, formar una familia, y morir rodeado de tu familia. Quien pueda vivir así experimentará la plenitud del diseño de Dios.


Pero el enemigo, sabiendo la importancia que tiene la familia para el plan de Dios, busca constantemente descuartizarla, manipulando las emociones de sus integrantes para separarlos. Una vez que estén solos y desprotegidos, le será más fácil destruirlos.


Mantener unida tu familia es una sabia decisión, te lo dice un hombre que estuvo bajo la influencia del enemigo por muchos años, y perdió su primer matrimonio. Las heridas sanaron, llegué a los caminos de Cristo y Dios me recompensó con un nuevo amor, una nueva familia, y esta vez hice las cosas mejor.

Pero cada día, cada noche, pienso en mis hijos mayores, el dolor que enfrentaron y cómo los marcó para siempre la separación de sus padres.


Las parejas deben saber que los hijos sí son una buena razón para luchar por el matrimonio. Pero no para disimular que se llevan bien. Ambas partes deben anhelar y ser intencionales en el mantenimiento del amor.


En el caso de los novios, la juventud es una época de ensayo y error. Así aprendemos la mayoría de los mortales. Pero si quieres convertirte en un inmortal, cree en Cristo Jesús, y no traspases los linderos con la persona incorrecta. Dice el refrán popular:


Abre bien los ojos antes de casarte, y ciérralos después.


Esto quiere decir que debes tener una etapa de conocimiento previo antes de tomar la decisión de llegar a segunda base; muchos se casan porque se embarazaron, y la mayoría de los jóvenes que pasan por esa situación ven frustrados sus sueños por no haber planificado su familia. Una buena dosis de los complejos y frustraciones que alimentan las conductas celópatas, son el producto de parejas que se formaron sin la convicción de un amor verdadero.


¿Y Cómo es el verdadero amor?


El amor no es una creación de los seres humanos, es un pedacito de Gloria que Dios puso en nuestro corazón; porque Dios es amor, tanto, que sacrificó su Hijo por ti, para que tuvieras vida, y la tengas en abundancia.


Si quieres saber cuál es el estándar de amor que debes alcanzar para vencer los celos o hacer que tu pareja los supere, aquí te dejo un mensaje que viene desde el cielo:


El amor es paciente y bondadoso. El amor no es envidioso. No es presumido ni orgulloso. El amor no es descortés ni egoísta. No se enoja fácilmente. El amor no lleva cuenta de las ofensas. No se alegra de la injusticia, sino de la verdad. El amor acepta todo con paciencia. Siempre confía. Nunca pierde la esperanza. Todo lo soporta.

1 Corintios 13:4–7 (PDT)


No te pierdas el capítulo de mañana: La Tóxica.


Autor: Marco Gentile

Serie: Los Celos

Dpto. de Redacción NotiCristo


Dpto. de Diseño: @REDACTRONICA


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