Serie: 5 Hábitos para el Crecimiento.
Hábito #5: Evangelismo
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.”
(Marcos 16:15 RVR1960)
El crecimiento espiritual, está asociado directamente a la madurez. Un niño es inmaduro, porque aún no entiende por completo la responsabilidad que tiene por delante en la vida. Del mismo modo, un creyente es inmaduro, cuando toda su vida espiritual sólo gira en derredor de él, demanda cuidado de alguien más, y no es capaz de velar por otros.
Cuando un niño crece y madura, él empieza a hacerse cargo de las cosas que le corresponden, y es capaz de velar no solo de sí mismo, sino también de asumir compromiso por personas que dependen de él, y desempeñar un papel en la sociedad donde vive.
Lo mismo sucede en la vida espiritual. Usted notará el crecimiento de un creyente, cuando lo vea trabajando en función de alcanzar a otros para Cristo Jesús. Procurar la salvación de otros, es la mayor evidencia de madurez para un cristiano, porque esto implica salir del egoísmo personal, para enfocar sus energías en servir a otros.
La gran comisión de Jesús, es nuestra principal tarea como hijos de Dios, y como embajadores del Reino de los cielos. La encomienda de ir por todo el mundo predicando el evangelio a toda criatura, no es una sugerencia, ni una actividad para hacer si nos queda tiempo, sino una orden.
Hacer discípulos, es el mandato supremo de nuestro Rey y Señor, y los que asumen esta labor, son aquellos creyentes maduros, con disposición a sacrificar lo que sea necesario, con tal de obedecer la misión asignada.
No hace falta ser un gran orador, para predicar el evangelio. Ni poseer capacidades grandilocuentes. Lo único que Dios necesita es un corazón humilde, y un alma obediente, que quiera cumplir el deseo de su Señor, y tenga disposición de abrir la boca para dejar que Dios lo use como instrumento de Su Gracia.
El mayor llamado, no es a ser famoso, ni grande. Sino a servir, para lograr la salvación de muchos.
¡Sé un testigo efectivo de tu Poderoso Salvador! ¡Predica a tiempo y fuera de tiempo!
“Predica el evangelio en todo tiempo, y si es necesario, usa las palabras.”
Francisco de Asís.
David Parra
Serie: 5 Hábitos para el Crecimiento.
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