En el caos del mundo moderno que vivimos, la existencia diaria se ha vuelto cada vez más exigente y complicada, y en ocasiones puede ser muy agobiante.
Las demandas laborales, la carestía de la vida, la pandemia que aún está presente, la amenaza de una guerra mundial a raíz del conflicto Rusia-Ucrania; todo se une para producirnos una especie de tornado mental.
Te preguntas: ¿dónde puedo hallar las respuestas que necesito en medio de todo este caos? No puedes ver el camino con claridad, y tomar decisiones acertadas se te complica porque sientes que las bases de tu vida se tambalean.
Pero en la oscuridad más absoluta, es donde La Palabra de Dios como una fuente infinita de conocimiento y sabiduría para la vida, resplandece como la luz que tanto se necesita.
Las respuestas de Dios en su Palabra ofrecen sosiego y esperanza, precisamente en medio del caos del mundo moderno. Evaluemos juntos las ofertas que Dios hace por medio de sus promesas:
1. La seguridad de un Dios cercano y atento
“El temor del Señor es el principio del conocimiento; los necios (insensatos); desprecian la sabiduría y la disciplina” Proverbios 1:7 (NVI)
Temor, en éste caso, no es tenerle miedo a Dios. Se trata más bien de un respeto amoroso. Entender que Él es digno de tu adoración, reverencia y amor. Que tu conducta se vea influenciada por el deseo de agradarle y hacer feliz su corazón de Padre. Cuando estableces ese tipo de relación con Dios, sabes que en algún momento tendrás que rendirle cuenta de tus actos, tus decisiones y de cómo te relacionas con los que están a tu alrededor.
Aunque tener una relación con Dios no exime tu vida de problemas, su Presencia en tu vida te permitirá enfrentar las dificultades y problemas de manera diferente. Saber que Dios está contigo, que interviene en las diferentes circunstancias para ayudarte y sostenerte te dará esperanza y certeza aún en medio de tiempos inciertos.
Dios te da mandamientos y promesas que pueden transformar tu vida para bien y poner orden en el caos. Contrario a lo que muchos piensan, los mandamientos no son para quitarte la diversión sino una barrera de protección para cosas que podrían dañarte. Las promesas también tienen una condición o premisa para que se cumplan en ti, por ejemplo, Proverbios 1:33 nos dice: “Pero el que me obedezca (la premisa o condición) vivirá tranquilo, sosegado y sin temor del mal (la promesa)”
Vemos entonces que aunque el mal esté presente, quien ha puesto su confianza en Dios va a tener tranquilidad a pesar del caos del mundo.
2. Provisión para cada necesidad
La crisis mundial te arropa a ti y a mí. No hay ningún ser humano que de una u otra forma no se vea afectado. Incluso los países con mayores recursos están siendo afectados por el alto costo de la vida. Una de las mayores dificultades a las que el ser humano se enfrenta es obtener las ganancias suficientes para cubrir sus necesidades básicas.
En ese afán por obtener dinero muchos caen en actividades deshonestas llevados por el afán de poseer, de aparentar, de ser reconocidos. Lo cual trae a la luz sus necesidades emocionales, porque todo comienza en el interior de la persona.
Otros, aunque trabajan en cosas honradas, se dejan llevar a tal punto por el afán que en su proceso se olvidan de lo más importante de sus vidas: su relación con Dios, su relación consigo mismos y con su familia. Al final puede que se llenen de lo material pero tendrán una vida emocional vacía, carente de sentido y propósito.
No se trata de que seas negligente en tu trabajo o emprendimiento para alcanzar un mejor nivel de vida sino de que establezcas prioridades porque es Dios quien te da la fuerza y los recursos que necesitas. Es necesario un equilibrio, tal como dice el proverbista: “Más vale tener poco, con el temor del Señor, que muchas riquezas con grandes angustias”
EL Señor hablando de cuál debe ser la actitud del que confía en Él te dice que no te preocupes. Si lees Mateo 6:25-34 encontrarás que el Señor no dice que no te ocupes sino que ¡no te preocupes! Tú haces tu parte siendo diligente en todo lo que haces y dejas en manos de Dios los resultados.
El sólo te pide que le des el primer lugar y él se encargará de todo lo demás (comida, ropa, casa, etc).
“Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús” Filipenses 4:19
3. Paz que sobrepasa todo entendimiento
“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús” Filipenses 4:7
Es posible que pienses: ¿Paz? ¿Quién puede estar en paz en medio de esta locura mundial?
La paz de Dios va más allá de toda comprensión. No es algo que puedas tener naturalmente. Es una paz que se basa en la obediencia a lo que Dios te dice. No sólo creer en Él, en su existencia, sino en creerle a Él, a Su Palabra. A dejar todo lo que te agobia y aflige en sus manos confiando en que Él es quien dice ser: El Todopoderoso.
A lo largo de mi relación con Dios he experimentado esa paz. No quiere decir que no he lidiado con la ansiedad y la incertidumbre sino que he podido sustituir mis pensamientos limitantes por las promesas de la Palabra de Dios tales como:
- Te proveeré lo que necesites: Mateo 6:33
- Estaré contigo hasta el fin del mundo: Mateo 28:20b
- Te sostendré: Isaías 41:10
- Te acompañaré a donde vayas: Josué 1:9
- Estaré para ti cuando me necesites: Jeremías 33:3
Y éstas son sólo una pequeña muestra de todas sus promesas
Si decides creerle a Dios tu paz no se basará en las circunstancias que te rodean, no dependerá de tus problemas y tus luchas sino que se basará en quien es Dios y lo que ofrece para ti.
4. Seguridad garantizada
“El Señor dice: Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti. No seas como el mulo o el caballo, que no tienen discernimiento y cuyo brío hay que domar con brida y freno para acercarlos a ti” Salmos 32:8-9
La incertidumbre puede paralizarte. La temporada que atraviesa la humanidad, el caos del mundo, está llena de todo menos de certezas y tomar las decisiones correctas en tiempos complicados se convierte en un reto.
Dios, en su anticipado conocimiento acerca de todo lo que debes enfrentar, te dice que te guiará y te enseñará el camino a seguir pero te pide que no te aferres a tu propio pensamiento y que te guíes por sus instrucciones.
Si tienes hijos sabes que muchas veces no quieren obedecer porque no entienden que tu instrucción es para su bien y seguridad, entonces los disciplinas y corriges para que se sujeten a ti. Quizá protesten o se enojen pero a la larga lograrán entender que fue lo mejor para ellos.
Dios es un padre amoroso con sus hijos pero cuando no quieres sujetarte a sus instrucciones te permite atravesar circunstancias que te enseñen a valorar su guía y consejos.
En medio del caos del mundo, Dios quiere brindarte su cercanía, provisión, paz y seguridad, ¿estás dispuesto a recibirlo?
Beverly Guevara
Bogotá, Colombia
Diseño: Redactrónica
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