Cada 14 de febrero, los medios se llenan de anuncios, las redes se atestan de publicidad, y hasta los tarantines de los mercados se inundan de un sinfín de expresiones, detalles, y regalos, que se ofrecen de modo diverso, para celebrar, entre seres que se aman, el día de los enamorados.
Flores, peluches, bombones, y globos, compiten con cenas románticas, almuerzos en restaurantes lujosos, y citas de encuentros, por la atención y dedicación del patrimonio personal, destinado para esa causa. Los canales de TV, los infantiles, los de películas y hasta los deportivos, ofrecen contenido amoroso, y una programación alusiva a tan destacada fecha.
Al ver tanta efusividad desbordada por todas partes, la pregunta que surge es: Tanto derroche de energía, ¿Sólo por un día? Pareciera que nos hemos conformado al concepto efímero del amor que nos plantea el marketing y los comerciales, dejando de lado la definición divina que afirma que el amor “nunca deja de ser”.1
Dios es amor2. La Biblia personifica en Dios al verdadero amor. Para poder amar, en la magnitud y verdad que Dios lo hace, necesitamos conocer y conectarnos a la fuente de amor que es Dios mismo. El amor de Dios tiene tres características que contrastan con el amor que presenta el sistema del mundo: Es perdurable, incomparable, y demostrable.
El día de los enamorados, ha sido diseñado como un día comercial, en el que se incentiva a las parejas a compartir detalles, regalos, y romance. Eso no está mal, las parejas necesitan darse afecto, pero la tendencia indica que la demostración de cariño es relegada únicamente a la promoción de ese solo día.
Por el contrario, el amor de Dios, es un amor perdurable. Dios expresa en su palabra esta verdad: “Con amor eterno te he amado…”3 Se extiende en el tiempo, en el pasado, en el presente y en el futuro. La mayor manifestación de amor en el ayer, fue darnos a Su Hijo, Cristo Jesús, para que nos diera vida4. En el presente, Dios muestra su amor por nosotros5 ofreciéndonos perdón por nuestros pecados presentes. Y su amor se seguirá demostrando, en el perfeccionamiento de nuestras propias vidas a través de Su Obra en nosotros.6
En el día de los enamorados, es inevitable que cada pareja (sobre todo las mujeres) comparen los regalos que reciben, para darse una idea de lo que significan para la otra persona. Evalúan los presentes de manera cualitativa, y cuantitativa. Y lo peor del caso, es que hay la posibilidad de que no queden conformes.
Pero el amor que Dios tiene, y que Él demanda que demos, tiene una condición: es incomparable. Jesús, tratando de explicar la cualidad del amor divino a un viejo rabino judío llamado Nicodemo, le dijo: “De tal manera amó Dios al mundo…”7 esta expresión: de tal manera, significa que no hay forma, modo, ni medida, equiparable al gran amor de Dios por el mundo y su gente.
Otra cosa que sucede alrededor del día de los enamorados, es que el amor que se celebra ese día con tanta efusividad, puede quedar olvidado, o relegado a un plano inferior el resto de los días del año, y las parejas pueden extrañar la demostración de afecto, los días que no corresponden al 14 de febrero en el calendario.
Más el amor de Dios es demostrable. Cada día, Dios tiene detalles para sorprender a los que ama. Cada mañana son nuevos sus amores.8 Por tanto, reducir el amor a un solo día, es adulterar su naturaleza. Cuando eso pasa, es por falta de conexión con Dios, que es la fuente del amor. No se puede dar lo que no se tiene. Esa es la razón por la que el amor está tan desvirtuado hoy día.
Para recibir el Amor de Dios, debes recibir Su mayor expresión de amor: Jesús. Cuando aceptas a Jesús, Dios te llena de su Espíritu, y por medio de Él, se produce en ti el fruto del amor.9
El amor debe expresarse todos los días. La Biblia nos exhorta a no amar de palabras solamente, sino también con hechos10. Así como la acción de dar, manifiesta el amor divino, nuestras acciones reflejan el amor que tenemos hacia los demás.
No nos conformemos con solo un día para mostrar el amor, antes, busquemos cada día una oportunidad para expresar nuestro afecto. Es posible que ya tengas hoy, por ser el día de los enamorados, tu regalo para la persona que amas. Pero sería bueno que también planifiques cual será la acción con la que vas a demostrar tu amor mañana.
11 Corintios 13:8 2 1 Juan 4:8 3 Jeremías 31:3 41 Juan 4:9 5 Romanos 5:8-9 61 Juan 4:12 7Juan 3:16
8 Lamentaciones 3:23 9 Gálatas 5:22 101 Juan 3:18
Libna Villegas de Parra
Departamento de Redacción NotiCristo.
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