Serie: 5 Hábitos para el Crecimiento.
Hábito #4: Vigilia
“Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.” (Mateo 26:41 RVR1960)
Velar, es someter voluntariamente nuestra carne al control del espíritu. El crecimiento, muchas veces, viene acompañado de pruebas y dificultades. En esos procesos dolorosos, se demuestra el nivel de madurez que hemos alcanzado.
Cuando estamos en momentos de gran dificultad, y nuestras emociones quieren tomar control de nuestra alma, es momento de recurrir a esta poderosa arma de batalla: La vigilia.
Jesús, la noche que fue entregado, entró en gran angustia. La tristeza empezó a taladrar su corazón pensando en el sufrimiento que tenía por delante. Por eso, tomando aparte a Pedro, y a los hijos de Zebedeo, les pidió: “Velen conmigo”.
Su petición, no era solamente porque necesitara compañía, sino también para modelar una conducta idónea, para cuando pasamos por esos duros momentos de tribulación. Él oraba con gran agonía, rindiendo su voluntad al Padre, para poder enfrentar la copa amarga que venía.
Pasada una hora, sus discípulos se durmieron, y Jesús dijo a Pedro: “¿Ni siquiera pudieron velar una hora conmigo?” Y con mucha seriedad, les expresó a sus discípulos, esa clave trascendental: “Velen y oren, para que no entren en tentación”.
Velar, o vigilar, es permanecer despiertos cuando todos duermen. Los judíos dividen una noche en cuatros vigilias, de tres horas cada una. Hacer una vigilia es orar durante tres horas. Pero a los discípulos les costaba permanecer despiertos, una sola hora orando.
Cuando Jesús terminó su vigilia, salió fortalecido a cumplir cabalmente, la Voluntad de su Padre. Él sometió su cuerpo, su carne y sus pensamientos, velando en oración delante de Dios. Si queremos crecer a la medida de Cristo, necesitamos desarrollar la disciplina de velar y orar.
Satanás, ataca constantemente nuestras emociones. Sus tentaciones apuntan a nuestros pensamientos. Él quiere desestabilizarnos, trayendo a nuestra mente las necesidades y deseos que aún tenemos sin respuesta.
Para salir victoriosos de su ataque, el consejo de Jesús cobra valor: “Velad y orad, para que no entréis en tentación”.
David Parra
Serie: 5 Hábitos para el Crecimiento.
Departamento de Redacción NotiCristo
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